Base Bíblica:
“Por medio de los apóstoles ocurrían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Salomón. Nadie entre el pueblo se atrevía a juntarse con ellos, aunque los elogiaban.” Hechos 5:12-13
La unción, es el respaldo que Dios trae sobre ese líder que El ha escogido para delegarle autoridad y producir resultados que manifiestan el poder y la bendición de Jesucristo sobre la humanidad. Dicha unción, no es una declaración; ¡Yo tengo la unción! Mucho menos un grado que se adquiere por cursar un taller u ostentar un titulo de conocimiento e información. La unción de Dios es una acción del Espíritu Santo llevada a cabo, usando como instrumento a ese líder o esa célula; para fructificar constituyendo fieles y productivos discípulos de Jesús.
Amado líder, el Espíritu Santo trae fuego a nuestra boca, y requerimos de ese fuego semana a semana, solo así podremos compartir el evangelio con tal poder, que multitudes se entregaran a Cristo sin reserva (Hechos 2:3-4), y que, con el poder e impacto de esa palabra, se forjara discípulos comprometidos con los propósitos de Dios aquí en la tierra en esta generación.
El carácter de un líder de célula implica su responsabilidad espiritual del maravilloso resplandor de Dios. Cada líder, debemos tener como prioridad el respaldo de Dios, su unción en nuestro ministerio. David antes de salir a pelear una batalla, acudía a Dios y le consultaba, si estaría con ellos, al recibir la respuesta de su respaldo para otorgarle la victoria, salía con la confianza de que volvería con el botín de la victoria (1 Samuel 30:8). Y cuando la orden de Dios era que no saliera, El se sujetaba a la indicación que señalaba el Señor (1 Crónicas 14:10).
Es importante tener claridad en la evidencia o fruto de la unción de Dios en un liderazgo, se refleja en los resultados obtenidos, producto del trabajo, un líder con unción, es un líder que: transmite la visión de manera efectiva, inspira a los integrantes de su célula para cumplir con la tarea fundamental de hacer discípulos, alcanza conversiones, liberaciones, sanidades y un mover del Espíritu Santo en cada una de sus reuniones, llamase planeación y alcance.
7 Acciones para conservar la unción:
1. Oración
2. Ayuno
3. Vida en santidad
4. Obediencia a Dios
5. Disposición al servicio
6. Sacrificio
7. Conocimiento Bíblico
