Base Bíblica:

“Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual esta cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomas, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos”. Hechos 1:12-14

 

El imperativo que los discípulos habían recibido era, que “no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa…” Esperar no siempre resulta ser una tarea fácil, ya que la ansiedad se apodera de las personas, aumentando la impaciencia, provocando esto que el desespero lleve a no vivir en el tiempo de Dios.

 

Esperar la promesa del Espíritu Santo era fundamental para los discípulos de Jesús, ya que de ahí dependía el “Poder”, esa capacidad de logro que Dios traía para que pudieran cumplir con la misión que se les había asignado. En realidad, solo podían lograr el impacto y la transformación de las comunidades donde predicarían el evangelio, si estaban completamente equipados, para ellos, era fundamental ser llenos del Espíritu Santo.

 

La espera de la promesa del Espíritu Santo no solamente implicaba tener paciencia, sino también, el moldear el carácter de los discípulos de Jesús para vivir confiando y dependiendo solamente de Él. La unidad era un aspecto clave en esta espera, ya que unos a otros se alentarían y se impulsarían hasta experimentar la promesa de Dios en sus corazones.

 

Hoy, tu ministerio requiere de esa promesa cumplida en tu vida, ya que sin ella, no podrás tener éxito en la misión encomendada. Espera esa promesa sumergiéndote en ayuno y oración, buscando de Dios. Haciendo en tu hogar un lugar especial para intimar con Dios, es en esa búsqueda donde lograras tener una gran experiencia con el creador, ahí serás lleno de su gloria, y su Espíritu te llevara a proclamar su evangelio con gran autoridad.

 

Los 7 obstáculos por vencer en la espera de una promesa:

1. La impaciencia.
2. La falta de fe (evitar que la fe mengue).
3. La falta de carácter.
4. La ansiedad.
5. La falta de conocimiento.
6. La frialdad espiritual.
7. La incredulidad.

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